domingo, 18 de mayo de 2014

Distinto

El día que llueva música
no seremos los mismos.
Nos empapará la valentía del león,
el corazón rugirá como un motor,
tu risa provocará seísmos.
El día que llueva música
no me pidas que te salve.
La noche me habrá buscado y encontrado,
estaré despierta desde las siete
y hasta las cuatro,
esperando y no sabré a qué.
Y te juro que no será mi intención no socorrerte.

Me encontraré en el dilema de siempre:
seguir adelante o parar,
verlas venir o luchar,
abrir los ojos o dormir,
besarte o huir.

El día que llueva música
no seremos los mismos.
Nos felicito de antemano.
Seremos la versión mejorada
de este proyecto de vida,
la culminación de la fatalidad.
Proto-personas, al fin y al cabo,
promesas de un tiempo mejor
que siempre se escapa con tus labios.


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