No te deseo dolor,
te deseo realidad.
Que el mundo se rompa en pedazos,
que estalle delante de ti,
que se resquebraje
el cristal protector de tu retina,
que la última esquirla
No te deseo realidad,
te deseo madurez.
Espero que dejes atrás esa actitud infantil
y grosera,
que aprendas a vivir en el mundo.
Deseo con todas mis fuerzas
que, cuando no seas capaz,
no cuentes conmigo.
No te deseo madurez,
te deseo sentido común.
Que te des cuenta de que
el dolor,
la realidad
y la madurez,
son inversamente proporcionales
al amor,
la sensatez
y la reflexión.
Te falta proporción
y un profesional que sepa encontrarla
para ti.
Te falta reflexión,
y un libro en el que buscarla.
Te falta realidad,
y una frontera que desaparezca.
Pero no,
cariño,
ni seré yo,
ni será antes
de la próxima cerveza.
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