Luego escribiré Berlín

Que sí.

Que puede que solo fueras

una muesca en la culata

Pero el hecho es que echo de menos tus manos en mi culo,

y tus uñas en mi espalda,

y tu lengua buscando la mía,

y que me desnudes con la mirada.

Que sí.

Que se supone que una vive por una misma y no sé qué más,

pero soy incapaz de no extrañarte,

de pensarte,

de olvidarte y arrepentirte,

porque sé que tú no lo vas a hacer por tu cuenta.

Que ya lo sé.

Que no es bonito ir buscándote,

mirando al suelo esperando toparme con tu sombra,

deseando cubrir cada rincón de la ciudad con mi prenda más abrigada

y conseguir que no se enfríe nunca la magia que hizo…

Que lo hizo. Eso que tú y yo sabemos.

Que vale.

Que no hace falta repetirlo más.

Que se te ve bien y eso me alegra,

pero no quita que me rompa por dentro.

Lo siento.
Es muy egoísta. 

¿Qué coño? Jódete.
No haber entrado en mi vida avasallando con todo.

Maldita adicción la de tus labios.