lunes, 30 de marzo de 2015

Algo que sirva como luz

Nos quisimos hasta que los lunes
dejaron por fin de doler.
Hicimos el sol
(y el amor)
el invierno más largo del mundo.


Supimos encontrar la dulzura
en las despedidas,
la sal en el chocolate.
Nos helamos en agosto,
y en diciembre
hibernamos sin ropa.

Iluminamos el mundo,
y Platón nos pidió una tregua.

En lugar de estar,
fuimos:
la diferencia entre vivir y estar vivo.



«No me faltes, 
ya no sé muy bien qué darte: 
solo tengo hueso y carne.»
Algo que sirva como luz, Supersubmarina.

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