martes, 24 de marzo de 2015

Invierno el 27 de julio

El corazón ensanchado,
amoratado,
hundido,
ni roto ni descosido,
tirado.

Los latidos
como corcheas,
escapando de una canción en aleatorio,
de una lista de reproducción acabada,
del punto final de un poema.


La mirada puesta en el infinito
como si allí estuviera la respuesta.
El mar acogiendo la lluvia
y los pulmones al viento.

El pelo suelto,
despeinado,
abandonado.
Como las ganas.

Con la sensación de quien sabe su vida en participio,
sus momentos de lo que pudo ser
más-que-perfecto.

Y tus ojos.


«Te dije "hazme lo que quieras" y me hiciste a mí, sin adjetivos. » Rayden.

No hay comentarios:

Publicar un comentario