lunes, 18 de marzo de 2013

Distancia y amor = placer + ganas de sufrir

Vuelvo al sitio del que nunca debí salir, donde puedo echar horas en frente de una hoja en blanco y no me siento sola. Allí vuelvo, donde el sentimiento de culpabilidad es el menor de mis males, y me sirve de manta en esta tarde lluviosa de comienzos de otoño. Donde tu nombre aparece en todas las canciones. Donde la realidad parece mentira, solo motas de polvo que salen volando de un soplo. Donde las púas duran eternamente y me dejan tocar una y otra vez esa canción tan bonita.
Donde los fantasmas salen corriendo con sólo oír mis pasos. Donde las sombras se vuelven focos. Donde lo negro es blanco, y lo único blanco que necesito es el azúcar de mi café. Donde está el castillo de ilusiones que debí derribar hace tiempo antes, al menos, de que lo hicieras tú. Donde, en verano, nieva. Donde se olvidan los ''todo va a ir bien''. Donde los fracasos pesan. Donde las notas encuentran su equivalente en un lenguaje que todos entendemos. Donde este jodido mundo hace que te hundas para luego levantarte. Donde, la verdad, es que te encuentro en cada detalle: te encuentro en casi todo. Quizás esa sea la razón por la que vuelvo. Quizás esa sea la razón por la que me fui. Quizás este a tiempo de salir corriendo. Quizás seas tú quien me está agarrando para que no huya. Donde cada grano de arena es una idea que inunda mi inspiración. Donde no me reconozco ni a mí misma, ni muchísimo menos a ti. Donde un espejo no te refleja, sino que realza tus defectos. Donde apretar los dientes es lo único que me hace ver que lo que me pasa, simplemente, es que no estás a mi lado.

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