Asentar valores, poner metas, luchar por tus sueños, crear escuela. Y añorar, valorar, ofrecerte y cuidar. No jugar con fuego, que las cerillas queman incluso apagadas, todos lo hemos comprobado. Aunque suene repetitivo, y hoy en día abunde, un ''puedes contar conmigo'' nunca está de más.
Seguir corriendo aunque en el alma sientas que te falta el aire, y pienses y reflexiones riéndote que tienes que dejar el tabaco, pero aún así sigas corriendo, por ver hasta dónde eres capaz de llegar. Cantar a la revolución, mostrar tu descontento con lo que no funciona, y ayudar a cambiarlo. Métete en un gimnasio de valores conmigo, consigamos despertar a esos principios hoy en día atrofiados que tus padres, igual que los míos, intentaron inculcarte lo mejor que supieron. ¿Vienes?
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