Razón para la revolución

Pareja de ancianos se suicida ante una inminente orden de desahucio. Lees esa noticia, y no puedes evitar pensar que fueran tus abuelos. Que fueran ellos quienes, lastimosos al ver que su hijo, tu padre,se ha quedado en la calle porque un ERE ha hecho que lo despidieran y no puede pagar la hipoteca en la que se entrampó en los años de vacas gordas y el banco lo ha amenazado con ejecutar un embargo, y se imaginan la posibilidad de ver a sus nietos tirados en la calle, al ver esto, deciden volver a jugársela, volver a confiar, e hipotecan su casa en favor de su hijo y su familia.
Lo que no saben, seguramente, es que con ese acto de buena fe, de la más sensible de las ternuras, del sentimiento que un padre tiene por un hijo, no hacen más que dar un aperitivo al banco, no hacen más que dar un tentempié de una cría de antílope al león que piensa atacar a un elefante. Ellos siguen pagando mes a mes con sus precarias pensiones su trampa, dejan de comer varios días, se aprietan más el cinturón que ya está raspándoles las caderas, pero él no pierde la esperanza de seguir luchando, no pierde la ilusión, ni piensa dejar que ella lo haga, incluso tiene algún detalle algo ''excesivo'' con ella por su cumpleaños, privándose de comer para poder permitírselo. Pero no piensan que las pensiones bajarán, que ya no podrán pagar su trampa ni siquiera dejando de salir, ni de comprar qué comer, ni la trampa de su hijo, y vuelven a aparecer las pesadillas de sus nietos tirados en la acera. Por mucho que su hijo les llore y les suplique que no se lamenten por ellos, estos, (él sobre todo) no pueden sentirse más inútiles. Siente esa presión, esa sensación de haberle fallado a lo que más quiere, su familia, y le dice a ella que no quiere seguir viviendo.
Esto, lamentablemente, ocurre, de manera más o menos historiada. Llámame imaginativa, dime que invento, lo que quieras, pero a mí se me viene esta idea a la cabeza. Si no tenías razones para luchar antes por cambiar lo que ocurre, ojalá la hayas encontrado aquí. Abre los ojos, levántate, cierra los puños, aprieta los dientes, alza los brazos, grita y lucha, porque esto no siga ocurriendo. CAMBIA EL MUNDO.